viernes, 28 de marzo de 2008

AromalCorporal

Ayer me pasó algo raro.

Creo que por vez primera en algún tiempo me sentí bien bailando con alguien del sexo opuesto.

No fue la primera vez que el olor barato de un axe desconocido me gustó, pero se sintió raro haber disfrutado de ese aroma otra vez.

Recuerdo todos los olores masculinos que han marcado mi vida.

El olor de la colonia de mi papá, cuando iba a trabajar en las mañanas y se despedía de mi llevándome una taza de leche con café y tostadas con mantequilla y mermelada de durazno directo a mi cama rosada. Éran buenos tiempos aquellos. No tenía que preocuparme por nada.

Recuerdo el olor de mi abuelo. Una mezcla de polvo, grasa y lana. No es que no me gustara, sino que era tan de él que no podía evitar abrazarlo cuando lo visitaba en Villa Alemana. Recientemente fui, y me sorprendió que mi abuelo me pintara un cuadro antes de morir "Éste es para la Cati", me dijo mi tía que había dicho.

Recuerdo también el olor de mi primer amor, en el jardín. Usaba la Osito. Éramos chicos. Me da risa recordar eso, porque no me correspondía, le gustaba una niña que a mi me caía mal. Típico. No fue la última vez que me pasó.

Me acuerdo del olor de mi amor del colegio. El Francisco Flores era. Andaban todas detrás de el, incluyéndome. Recuerdo un episodio en especial, que hizo ademán de abrazarme y yo no podía creerlo. Entonces estiré mis brazos aceptando el abrazo, pero salió corriendo detrás de una compañera que estaba detrás mío y yo no me había dado cuenta de que en verdad el ademán de abrazo fue para sacarme del camino y quitarle su estuche robado. ¡Qué loser me sentí!. Su olor era característico, también de una webá de Axe, pero no podría especificar cuál. Siempre trato de adivinar cuál era, cuando voy a las farmacias llenas de esas cosas, pero nunca lo encuentro. Tal vez ya no los hacen, o tal vez nunca sé cuál es, o tal vez el aroma se fundió con los demás de la vida.

Otro aroma masculino es el del Matías, cuando me enamoré de él. Hay que decirlo, fue una etapa importante para mi. Como que esas cosas nunca se quieren hablar cuando ya han pasado. Como que si no se hablan significa que nunca pasaron o quieren olvidarse. Como que se hablan pero con uno mismo, no se comentan con la demás gente, hasta que pasa el encaprichamiento y viene a imponerse una amistad intensa. De esas amistades que son importantes, pero que no hay necesidad de saber de ellas todos los días, basta con verse y disfrutarse cada cierto tiempo y el corazón queda pochito y rebosante. Me acuerdo que cuando estaba enamorá del Mati, me gustaba demasiado la colonia (o perfume u "ó de tualé, para hombres" que le dicen) que usaba; era una Adidas (corrección echa). Super rica loco. Hubo un tiempo en que en la calle percibía el olor y me quedaba pegá recordando los tiempos de Fripases y Discos Gay. Fueron buenos, pero extraños tiempos.

Otro aroma importante fue el de Pietro. Creo que ahora puedo hablar sin remordimientos, rencores y con la mente fría. Para hablar de amoríos pasados, siempre he creído que es mejor hablar desde la mente y no desde el corazón. Ahora hablo desde mi percepción exterior, desde arriba, bien lejos. Su olor era extraño. Nunca olía mal. Me gustaba. Prossimo. Siempre me acuerdo. Si no fuera porque un compañero de la ú lo ocupa también, todavía me costaría encontrar de nuevo ese olor en la calle, en algún desconocido. Es como chocante encontrar olores de gente que uno quiere y conoce en gente que uno no conoce. En el metro, en la micro, en la calle paseando, en un bar, en tu misma casa. También me acuerdo del olor de su pelo, aunque después no tenía, al principio tenía un olor especial. Tal vez fue porque lo tenía largo y después se lo corté, no sé. Era muy similar al olor que tenía mi abuelo en su pelo. ¿Cosas del destino y la genética?. Quizás. En verdad nunca lo sabré.

Ayer, entonces, fue extraño. Su aroma abundante y pegote se me metió en las narices, tan profundo que aún puedo distinguirlo de la carbonada que hizo mi mama, del shampoo que lavó mi pelo esta tarde y de la pasta de dientes que limpió mi lengua.

Hace tiempo no me pasaba. Debe ser una cosa de la química olorosa de los perfumes de hoy en día, o el PH de la piel, o el sudor incansable de ayer en la noche que activó el principio activo de la atracción aromal-corporal.

Quien sabe.
Son cosas de mi vida y sus olores.

P.D.: Si tiene tiempo disfrute de "Breath me" de Sia. La amo.

sábado, 22 de marzo de 2008

Titulo equis.


Debo ponerme a pensar en bastantes cosas ahora.
Hacer una lista me resultaría ineficaz, porque todos los item son importantes. Aunque solo abria que tachar uno a la vez a medida que se vayan cumpliendo.

La verdad es que pensar en las cosas que ocupan mi mente en este momento, it's a kind of boring, pero alguien debe hacerse cargo de la gente que entra y sale de las vidas, y sobre todo si es de la tuya.

¿Qué espero de la vida?. Pregunta difícil.

Es cierto que esperar ciertos acontecimientos o echos en la vida, o en determinados momentos, hace que la mayoría de las veces la decepción alcance niveles insospechados, incluso determinantes para las decisiones posteriores (que pueden llegar a alterar los resultados de algunas acciones).
Pero aún así, con todas las frustraciones, mi miedo a ser yo misma ha disminuido de un tiempo a esta parte.
Soy yo la que da el primer paso y elige.
La que habla delante de un publico de cuarentaytantos sin inmutarse, y encima para decirles que van a ser mechoneados.
La que habla con el decano de la facultad para decirle que mechonearemos.
La que manda de nuevo a pedir dinero a los simpáticos de los nuevos.
La que un día jueves va con una mochila de diez kilos al banco a cambiar monedas y que espera en vano una fila casi interminable para que le digan que los bancos no cambian monedas.
La busquilla, la consejera, la amiga fiel y la amante de figuras masculinas.

Es difícil esperar echos de la vida. Por eso decidí no esperarlos, que vengan a mí solos. Como las olas que lamen las minúsculas piedras salinas que unidas se llaman arena. Una y otra vez, siempre absorbiendo los licores de la vida. Nunca soportando demasiados miedos como para detenerse a pensar en el pasado.

Sobrellevar las cosas de manera madura y optimista.
Siendo yo siempre, nunca otro, o de otro.

La felicidad no viene en ningún envase.

Somos felicidad. De nosotros depende.

lunes, 3 de marzo de 2008

Me pinché.

Fui por el fin de semana a Villa Alemana.
Fue super educativo.
Estas son las cosas que aprendí.

  • De vez en cuando se quema algo en Valparaíso o Viña y una nube negra cubre el sol hasta que se ve rojo y desaparece como si fuera el fin del mundo.
  • Es super grato caminar por Avenida Libertad hablando con un amigo o familiar. Comiendo helado o (en mi caso) unos huevitos de chocolate con manjar adentro que los vendía un tipo en la feria artesanal.
  • Los chanchitos de greda son super baratos, el mío se llama Libertad (por la calle dónde lo compré).
  • Fluir energía relaja y hace mejorar el cuerpo y los dolores del alma.
  • Me gusta la mermelada de tomate.
  • El dulce de membrillo es super lento de hacer, pero super rico caseramente hablando.
  • Para otra vez debo llevar una mochila llena y otra vacía. Parece que el aire costero hace a la gente más amable y dadivosa. Me traje un colador de la abuela, un sacajugos y dos frascos con dulces caseros echos por mi tía. (nota para el futuro: devolver los frascos en cuanto se acabe el dulce)
  • Salir de mi casa me hace bien, creo que por eso escapo a la primera oportunidad.
  • Las primas pelean por cosas banales y casi sin importancia a veces, pero hace que la relación sea más interesante (nota para el futuro: inventar peleas estúpidas para mantener interés por relaciones).
  • Las berenjenas al horno con queso y tomate y orégano, son lo mejor de la vida (nota para el lector: nunca pida que le sirvan más, porque son tan ricas como llenadoras).
  • Hay perros alérgicos a la tierra.
  • Hay gente guapa en Viña del Mar, aunque sea flaite o pelo lais, igual es guapa la gente, no sé que pasa.
  • Me gustan las gentes viejas que duermen con la boca abierta. En el bus me tocó una de compañera de vuelta y encontré simpática su forma de dormir.
  • No extrañé a nadie, excepto un día que tuve el sueño más fuera de contexto de las vacaciones.

Llegue hoy día en la mañana directo a la ú. Dejé la mochila donde la Rosita (la tía del kiosko que me tiene especial confianza y cariño) y fui a juntarme con los compañeros que se cuarteaban con los mechones. Conseguimos la lista y nos enteramos de nombres que pensabamos que eran bromas de los estelares de kike morandé. Ninoshka, Recsi, Belmor, y algunos apellidos extraños y extranjeros. Lo que me llamó la atención en demasía fue que este año más de la mitad son machos. Raro, pero conveniente.

Digo yo pues.