miércoles, 5 de octubre de 2005

Madurar? Yo?

Últimamente de todo me han dicho.
Que estoy diferente. Que he madurado. Que se perdieron en el transcurso del proceso de mi maduración por la vida. Que les hace bien hablar conmigo. Etc.
Y claro que estoy diferente, que me siento diferente y que ahora mi mundo es diferente. Me han pasado demasiadas cosas en estos últimos... seis meses?... sí, creo que ese es el tiempo... contando más o menos desde el día en que te conocí en adelante. Porque creelo o no, sí cambiaste mi vida. Empezando bien, y terminando mal. Pero qué más da. Si de todas formas agradezco haberte conocido y aunque me dé ya absolutamente lo mismo con quien estés o no estés, o con quien te metas o con quien compartas, aún así, de todas formas te quiero mucho ya. Y no negaré que me darían ganas de cuidarte si pudiera. Pero no creo formar ya parte importante en tu vida, y ahora trato de componer la mía después de todos esos terremotos fatidicos, que jamás hubiesen pasado con una buena conversación en el momento indicado (más bien, desde el principio: cuando comenzabamos a ser más cercanos uno del otro). Me lo pedías y listo. No deberíamos escuchar a la gente. Porque la gente engaña querramoslo o no, siempre hay alguien que engaña y hay que tener cuidado de que no seamos nosotros mismos los que nos engañamos, porque si nos fallamos nosotros todo se va a la cresta y ya no hay nadie que nos saque de ahi (un buen amigo pagado tal vez, de esos que te sientan en un sillón y te piden que les cuentes tus problemas). Porque estamos solos en el mundo y cada uno tiene a sus amigos que cree que son buenos. Que le sirven.

Yo tengo mucha gente que se hace pasar por mi amiga. Pero verdaderos amigos apenas alcanzan para contarlos con los dedos de la mano. Y los valoro demasiado. Y los acompaño y me acompañan. Como aquella vez en que uno se pelea con uno de ellos yno te habla por más de dos meses, pero en el momento en que realmente estuviste mal, se acercó a ti y te consoló, a pesar de todo, olvidó lo ocurrido para ayudarte una vez más, y no le importó si querías o no contarle lo que te había pasado. Sólo puso su hombro, te dió un abrazo, un beso y mientras tu llorabas te daba, cada cierto tiempo, un pedacito de confort (de ese papel higienico papel-de-lija que ponen en los baños del colegio), para que limpiaras tu tristeza y dolor.
Esos son los buenos amigos: los que te dan consejos aún cuando no sepan de lo que están aconsejando; los que están a tu lado en los momentos difíciles; los que tratan de todas las formas posibles que estés bien y te llaman cada cierto tiempo; los que pierden clases por ir a verte a tu casa cuando ni siquiera saben si estás o no; aquellos que rien y lloran contigo; los que bailan y caen a tu lado; los que te ayudan a levantarte y los que te frenan cuando no te das cuenta de lo mal que vas por el camino de la vida...

Admiro a esas personas que están a mi lado ahora, y debo confesar que en un par de meses más, me sentiré demasiado sola, y querré llamarlos a todos, y querré salir con ellos. Pero no me preocupa mucho.

Porque sé que no me fallarán nunca. Mi Secta querida y aquellos que, aunque no pertenecen a ella, igual forman parte importante de mi alma.

1 comentario:

gabriel élansson dijo...

wow
genial
si
yo tb vengo pasando por algo de eso hace un tiempo atrás, todo mejoró...y ahora hay algo nuevo, pero aún así no me hallo bien con eso...
unn semestre demncialmente intenso
jajaja
pensé que era el único que le gustaba ocupar eso de "lento pero seguro"
encuentro que es lo mejor
aunque no ha podido ser así
jaja
tengo un estuche artesanal que me traje de Angelmó, con un esperanzador "Uno elige el ritmo del tiempo" gravado con mi nombre...sentí que resultaría
pero ha sido la frustración del año
aunque a veces daba buenos frutos, pero bue...
jajajajaja
en fin
warm greetings!