sábado, 21 de febrero de 2009

Calor



Es bien sabido que en verano hace más calor. Lo curioso es que se me mete por el aire y me llega al cerebro y las entrañas. Extrañas entrañas. Fijo que sienten estos calores. Es como una enfermedad. No sé si les ha pasado, pero yo creo que si. Mi sensación es la siguiente: primero siento como un calor entre el los hombros, me suda el pecho y luego baja hasta el estómago que rebolotea de arriba a abajo sin parar, emocionado. El aire me falta y no soy asmática. Creo saber que existe una cura, pero rara vez es accesible para mi, por lo menos amorosamente. Creo también que no buscaré las oportunidades de remedios. Si imbocaré, imbocaré no lo perfecto, sino lo justo y necesario. Todo lo demás se puede arreglar, aceptar, perdonar. Amar. A mi me gusta amar bien. Tupido y parejo. Eso es bueno. Siempre es bueno y mucho. Extraño a veces poder compartir un par de besos forajidos en algún parque, café, en alguna cama, con algún extraño en una disco. Siempre agradecí esos encuentros, fueran legales u ocasionales. Depende desde donde se mire. Yo sigo teniendo este calor desgraciado y cada vez se me hace más díficil aguantar.

Mándame alguien para descargarme como debo.