sábado, 29 de octubre de 2005

Ésta mañana...

Acabo de terminar la prueba del libro en el colegio. Había llegado una hora y media tarde, pero aún así logré hacerla, y creo haber hecho un buen trabajo, al fin y al cabo estaba fácil. Después me despedí y simplemente crucé a la vereda del frente. Me senté en una especie de banquillo, que se forma al borde del comienzo de la reja de la casa, que está inmediatamente adelante del colegio. Desde ahí mi perspectiva del mundo no cambia, pero me hace pensar en lo que hasta ahora creo como mi “Sistema De Creencias”. Son relativas respecto al tema que me hablen. Pero bueno.

Estaba yo sentada en la reja ésa, y se acercó una de esas señoras que venía con un grupo numeroso de gente, de esa que pasa los fines de semana para hablarte de Dios. Me estuvo hablando bastante rato sobre lo que el hombre ha hecho en el mundo y lo cagado que lo tenemos. Que un reino de seres superiores vendrá a gobernar y que los gobiernos humanos quedarán obsoletos ante ellos. Algo así como un “Estamos Condenados”. Supongo que hasta me abría dado miedo, si no tuviera claro lo que creo.

Además, yo nunca creí eso, ni aunque la Biblia lo mencionara y afirmara. Y tampoco le creí mucho a la señora ésa que me estuvo hablando. Mencionó lo de Noé y eso de la "inundación universal", pero tampoco me lo trago, porque es imposible que construyera un arca de proporciones magnificas.

Eso esta comprobado. No pudo simplemente utilizar madera y resina para construir una barca gigantesca, poner una pareja de cada especie y género de animales, y encima, sobrevivir quizás cuanto tiempo arriba de ésta.
O sea. Fue literalmente imposible construir una barca monumental con el tiempo, materiales y técnicas que Noé tenía. No se pudo. Así de simple.
Eso para partir. Porque ésta señora (Bernardita recuerdo que me dijo que se llamaba) habló de que el grupo humano que gobierna lo ha hecho pésimo, y que pronto tendremos la ayuda de un gobierno divino que solucionará nuestros problemas familiares, sociales, políticos, económicos, las enfermedades, y todo. No me tragué el cuento ése. No, no, no y no.

Yo creo que en los problemas existe cierta subjetividad, ya que cada uno puede solucionar por lo menos los problemas de familia, y ni al caso con la ayuda divina. Tal vez puede orientarte, pero de ahí a ayudarte queda bastante tiempo.

Y para concluir, los problemas se los hace uno y puedes incluir tal vez a los demás si gustas, pero de ahí a echarle la culpa a toda la humanidad es cosa de cobardes. ¡Afronte sus propios problemas hombre!. No meta a la demás gente en ellos.
Y sí, reconozco que la religión es un punto que aún desconozco bastante, pero por lo menos difiere con mi pensamiento, y lo que me dijo esa señora me hizo reflexionar a tal punto que terminé escribiendo sentada en la calle a las 11:00 am de un día sábado, siendo que me había levantado a las 6:00 para terminar irresponsablemente el libro que debería haber terminado hace dos semanas atrás.

¡Lo que hace la reflexión, ah!

martes, 25 de octubre de 2005

¿Colapso?... ¿qué es eso?...



Será posible. Ahora quiero sólo salir lo más pronto posible del colegio, y me temo que las notas van en picada. Como yo. Al borde del colapso nervioso. Que atroz situación. Eso de querer terminar de una vez por todas con todo el rollo del colegio y tener que entrar a la Universidad en tres meses más. Por eso, a no perder el tiempo (como dije en el texto anterior) y a disfrutar lo poco y nada que queda de colegio después de 12 años estudiando. Por lo menos la Universidad dura menos. Es un tanto esperanzador.

...¿No creen?

Miren la hora!

I shoud be studing!
But I'm here. Escribiendo como si nada.
Tantas cosas que una vive. Y en tan poco tiempo.
...
Tiempo. Que palabra tan corta para tanto significado, ¿no creen?. Tanto tiempo que tuve y no aproveché. Pero... darle tiempo al tiempo?. ¡Que estupidez más grande!. Si alguien les dice eso, por favor, no les hagan caso. ¡Por lo y los que más quieran!. ¡Ése método NO, léase bien, NO sirve, definitivamente!. Por muy amigo que sea quien quiera que les haya dicho semejante aberración que comúnmente la gente dice para evitarse problemas. Los problemas se resuelven y punto. ¡ZÁN! se acabo.

El tiempo, chicos y chicas, pasa demasiado rápido como para darle más tiempo todavía. Sería una perdida del mismo, tratar de (siquiera pensar en) dejarlo pasar.
¿Estoy siendo muy enredada?. ¿Si?. Qué bueno. Ésa es mi intención. Pues bien. No pierdan el tiempo en dejarlo correr por si sólo. Actúen. Pero no actúen de manera estúpida, no por Dios. También piensen. No queremos jóvenes pánfilos corriendo en cueros por las calles, simplemente porque se les ocurrió que Tunick venía a Chile nuevamente. Deben pensar antes de actuar. Pero tampoco piensen mucho. Porque en el caso contrario el tiempo pasa, y no queremos eso. El meollo del asunto son las decisiones humanas, y sobretodo las decisiones que tomamos en la juventud, porque nos definen el resto de la vida. Por ejemplo, la decisión de postular o no a una universidad, de quedarse o no en el país, de trabajar o estudiar, o trabajar para estudiar, o tal vez estudiar para luego trabajar. Son muchas opciones, pero pocas nos definen tal cuál como somos.

Y no sólo las decisiones. ¡Oh no, queridos míos, la vida no es así de simple, aunque lo queramos así!. Aquellos que pensaron siquiera en que la vida se basa sólo en decisiones... haber... que digan "yo"... MAL!. La vida no está hecha sólo de decisiones, también de emociones, acciones, hechos y sentimientos. Porque, ¿me van a decir ahora que un amor no correspondido, no cambió sus vidas de alguna manera?, o quizás ¿que algún hecho (como una muerte o la cesantía de algún familiar cercano) tampoco?. ¡Ah! ¿ven que no estoy tan equivocada?.

Pues bien.
En resumen, y para que finalmente pueda yo y ustedes irnos a dormir, estudiar, o trabajar en los blogs; no dejen pasar el tiempo sin que éste sea bien y astutamente aprovechado, porque o si no, terminaran escribiendo a las 12:00 a.m. de un día lunes en su blog, y con una prueba coeficiente dos de química al día siguiente y sin haber estudiado ni una jodida guía de las tres que se supone deberían haber aprendido el fin de semana. Piensen por lo que más quieran. Piensen antes de actuar. Y no sigan las instrucciones básicas de la sociedad:

¡"Dale tiempo al tiempo", qué barbaridad!.

miércoles, 5 de octubre de 2005

Madurar? Yo?

Últimamente de todo me han dicho.
Que estoy diferente. Que he madurado. Que se perdieron en el transcurso del proceso de mi maduración por la vida. Que les hace bien hablar conmigo. Etc.
Y claro que estoy diferente, que me siento diferente y que ahora mi mundo es diferente. Me han pasado demasiadas cosas en estos últimos... seis meses?... sí, creo que ese es el tiempo... contando más o menos desde el día en que te conocí en adelante. Porque creelo o no, sí cambiaste mi vida. Empezando bien, y terminando mal. Pero qué más da. Si de todas formas agradezco haberte conocido y aunque me dé ya absolutamente lo mismo con quien estés o no estés, o con quien te metas o con quien compartas, aún así, de todas formas te quiero mucho ya. Y no negaré que me darían ganas de cuidarte si pudiera. Pero no creo formar ya parte importante en tu vida, y ahora trato de componer la mía después de todos esos terremotos fatidicos, que jamás hubiesen pasado con una buena conversación en el momento indicado (más bien, desde el principio: cuando comenzabamos a ser más cercanos uno del otro). Me lo pedías y listo. No deberíamos escuchar a la gente. Porque la gente engaña querramoslo o no, siempre hay alguien que engaña y hay que tener cuidado de que no seamos nosotros mismos los que nos engañamos, porque si nos fallamos nosotros todo se va a la cresta y ya no hay nadie que nos saque de ahi (un buen amigo pagado tal vez, de esos que te sientan en un sillón y te piden que les cuentes tus problemas). Porque estamos solos en el mundo y cada uno tiene a sus amigos que cree que son buenos. Que le sirven.

Yo tengo mucha gente que se hace pasar por mi amiga. Pero verdaderos amigos apenas alcanzan para contarlos con los dedos de la mano. Y los valoro demasiado. Y los acompaño y me acompañan. Como aquella vez en que uno se pelea con uno de ellos yno te habla por más de dos meses, pero en el momento en que realmente estuviste mal, se acercó a ti y te consoló, a pesar de todo, olvidó lo ocurrido para ayudarte una vez más, y no le importó si querías o no contarle lo que te había pasado. Sólo puso su hombro, te dió un abrazo, un beso y mientras tu llorabas te daba, cada cierto tiempo, un pedacito de confort (de ese papel higienico papel-de-lija que ponen en los baños del colegio), para que limpiaras tu tristeza y dolor.
Esos son los buenos amigos: los que te dan consejos aún cuando no sepan de lo que están aconsejando; los que están a tu lado en los momentos difíciles; los que tratan de todas las formas posibles que estés bien y te llaman cada cierto tiempo; los que pierden clases por ir a verte a tu casa cuando ni siquiera saben si estás o no; aquellos que rien y lloran contigo; los que bailan y caen a tu lado; los que te ayudan a levantarte y los que te frenan cuando no te das cuenta de lo mal que vas por el camino de la vida...

Admiro a esas personas que están a mi lado ahora, y debo confesar que en un par de meses más, me sentiré demasiado sola, y querré llamarlos a todos, y querré salir con ellos. Pero no me preocupa mucho.

Porque sé que no me fallarán nunca. Mi Secta querida y aquellos que, aunque no pertenecen a ella, igual forman parte importante de mi alma.